Disculparme por no contestar, no tengo ánimos.
Poca gente sabe localizar el último día en que conoció la
paz y la felicidad.
Hoy es el aniversario del último día de mi vida que fui
feliz.
A partir de ahí, llego la tristeza infinita, la soledad
vital que es perder a la hija más maravillosa que nunca nadie tuvo.
Ella se fue.
SARA, hija de mi corazón, alma y cuerpo, mi dulce y tierna
Princesa, te quiero y solo espero el día
en que volvamos a estar juntos todos.