de lo que va esto

mi vida marujil, curiosidades, consejos, recetas, lo que me enternece, lo que me mortifica, lo que me encuentro, lo que me encuentra.







TODO LO DIVERTIDO ES ILEGAL, INMORAL O ENGORDA




domingo, 19 de junio de 2011

La Sra. Rosita



En principio era una historia de sexo, de sexo escabroso por demás, el carcajeo de los vecinos por aquello de que las historias de cornudos cuando son de los otros siempre nos hacen reír a todos, no es que yo en aquel momento me enterara de mucho pero si vi a mis padres comentándolo y riendo.

Eran dos parejas, amigos y vecinos frente por frente en la misma calle, que solían salir juntos.

Él;  de buen ver pese a la edad, con hijas ya mayores e independientes, su mujer la Sra. Rosita tal vez algo más joven que el, disfrutaban de una cómoda posición económica que se habían ganado trabajando los dos.

Ella;  tanto Ella como su marido eran algo más jóvenes que el otro matrimonio, no era bonita y tampoco  joven;  su marido trabajaba , ella era ama de casa y sus hijos todavía vivían con ellos.

No se sabe como salto la bomba, por lo visto hacía años que estaban liados …………., no sé si primero se enteraron sus respectivos o fue algún avispado vecino que los vio…….. o…..vete tú a saber, el caso que todos en el barrio nos enteramos de que allí había mucho más que amistad. Y por supuesto fue el fin…….. se acabo toda relación, ambas parejas se negaron hasta el saludo.

Lo que Él sentía era verdadero amor, yo lo vi, lo pude sentír pese a que por aquella época no conocía el amor de primera mano.

Me di cuenta, porque día tras día, cuando volvía de estudiar en el instituto en horario nocturno, siempre lo veía a Él en una de las ventanas de su casa, a oscura, fumando, y mirando a la casa de enfrente, donde Ella vivía, donde Ella estaba, a veces con la luz encendida, supongo que haciendo vida familiar con su marido y sus hijos, a veces también a oscuras, supongo que todos durmiendo.

Ningún matrimonio se rompió, nadie se separo, nadie vario su vida, solo por la noche, Él se ponía en la ventana frente a la casa de Ella.

Al cabo de algunos , creo que meses, o tal vez fueran años, Él se murió, no sé de qué, yo siempre he creído que de pena, después de la gran infidelidad, y al ver que la sangre no brotaba, los vecinos los dejaron a todos en paz, pero cuando yo volvía a casa …….siempre estaba Él  allí, mirando y fumando en la oscuridad.

Cuando murió, su mujer,  siguió viviendo en la misma casa, sin volver a tener nunca la menor relación con los vecinos con quien tanta amistad habían tenido.

Ella y su marido, cuando los hijos se casaron, se marcharon fuera del barrio, nadie supo a donde.

No recuerdo sus nombres, solo el de la mujer de él, pero soy incapaz de olvidar su historia.

La Domadora Rebeca Sanver zapatosmarca.net

La sola visión de estos zapatos, aun vestida con ropa "normal" me hace venir a la mente la sensual imagen de una mujer dominante. El complemento ideal para un vestido negro.


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