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domingo, 29 de abril de 2012

Los políticos; ¿nunca cambian?


Cardenal Mazarino
Aprovecho la proximidad del 1 de Mayo como jornada revindicativa,  para hacer circular este escrito, que describe una (supuesta, no he podido comprobar su veracidad) conversación entre  el Cardenal Mazarino  (diplomático y político, primero al servicio del Roma y luego de Luís XIII. Sucesor del cardenal Richelieu como primer ministro  y quién realmente gobierna Francia bajo la regencia de Ana de Austria en nombre del rey Luis XIV, el futuro Rey Sol,  quien heredó el trono con 5 años )

Jean Baptiste Colbert
 y Jean Baptiste Colbert (que fue secretario personal de Mazarino y su sucesor) Plebeyo y eficaz burócrata.    


Va por delante hacer saber que no es una entrada original, es posible que ya la hayáis leído en otros lugares de la red, pero me parece interesante comprobar que la situación que describe;  hace nada “más” que cuatro (4)  siglos;  se puede extrapolar perfectamente a la actualidad, a una hipotética y ficticia conversación entre políticos actuales, con independencia de su tendencia ideológica  e incluso de su país.



DIÁLOGO ENTRE COLBERT Y MAZARINO


Colbert: Para conseguir dinero, hay un momento en que engañar al contribuyente ya no es posible. Me gustaría, Señor Superintendente, que me explicara cómo es posible continuar gastando cuando ya se está endeudado hasta al cuello...

 Mazarino: Si se es un simple mortal, claro está, cuando se está cubierto de deudas, se va a parar a la prisión. ¡Pero el Estado...! ¡Cuando se habla del Estado, eso ya es distinto! No se puede mandar el Estado a prisión. Por lo tanto, el Estado puede continuar endeudándose.  ¡Todos los Estados lo hacen!
 

 Colbert: ¿Usted piensa eso? Con todo, precisamos de dinero, ¿y cómo hemos de obtenerlo si ya creamos todos los impuestos imaginables?
 
 Mazarino: Se crean otros.

 Colbert: Pero ya no podemos lanzar más impuestos sobre los pobres.
 
 Mazarino: Es cierto, eso ya no es posible.

 Colbert: Entonces, ¿sobre los ricos?

 Mazarino: Sobre los ricos tampoco. Ellos no gastarían más y un rico que no gasta, no deja vivir a centenares de pobres. Un rico que gasta, sí.
 
 Colbert:
Entonces, ¿cómo hemos de hacer?

Mazarino: Colbert, ¡tú piensas como un queso de Gruyere o como un orinal de enfermo! Hay una cantidad enorme de gente entre los ricos y los pobres. Son todos aquellos que trabajan soñando en llegar algún día a enriquecerse y temiendo llegar a pobres. Es a esos a los que debemos gravar con más impuestos..., cada vez más..., ¡siempre más!  A esos, ¡cuánto más les quitemos, más trabajarán para compensar lo que les quitamos!  ¡Son una reserva inagotable!